Torbellino (de ideas)

2. En movimiento.

Empecemos por decir que Bruno debería cursar 2do grado, de acuerdo a la reglamentación de escuelas. Comparte el aula con unos 20 compañeros y dos maestras referentes (una a la mañana y otra a la tarde). El grupo viene junto desde el año pasado, y Bruno ya había tenido un primer año difícil. Pero durante su 2do grado las cosas fueron a peor. Golpes, burlas, gritos, útiles rotos, insultos, etc. Luego de distintos episodios (el último terminó con su maestra en el piso con un golpe en el abdomen por caerse tratando de agarrarlo en un pasillo) la situación fue tomando carácter de urgente y se hizo evidente la necesidad de pensar entre varios qué hacer.

3. (Des) Andando caminos.

Directora y maestra referente prueban alternativas flexibles para Bruno dentro del aula pero estas no dan el resultado esperado. Además, las situaciones desbordan el aula y toman por sorpresa recreos y muchos otros espacios compartidos. El tema empezó a copar las reuniones semanales de maestros, llenando de silencio y cavilación los minutos que pasaban sin respuestas.

Surgió entonces la idea de probar qué pasaría si estuviera en 4to grado durante un tiempo, para estar con chicos más grandes que tal vez lo “ayuden” a estar más calmado (esto también puede leerse como bajarle el copete), y con un docente varón; tal vez un referente masculino que pueda acompañarlo (teniendo en cuenta además que fuera de la escuela sólo un hermano mayor le da algo de atención). Por las tardes, en vez de estar en 2do grado, participaría de un taller de dibujo al que asisten otros 2 compañeros de la escuela y que está coordinado por un maestro.

Luego de varias reuniones y lograr acuerdos y compromisos entre Bruno, su madre (único -y “a medias”- referente fuera de la escuela) y la supervisión, se decide intentar por un tiempo esta alternativa. Parece funcionar, al principio. Bruno cumple con las tareas y permanece más tiempo dentro del curso. Se muestra cordial con su maestro y en los recreos logra contenerse más. Tres, cuatro semanas pasan y el compromiso de Bruno se desploma. Ya le costaba mucho mantenerse en el grado y se repetían episodios de escape del aula, corridas, insultos y golpes por toda la escuela. Su paso era como el de un huracán que arranca de cuajo las cosas.

“Bruno no pudo mantenerse dentro del aula asignada en ningún instante de la mañana.

A su vez, decidió abrir una tapa de cierre de un caño de agua y se generó un desborde de la misma en todo el patio. No pudo reconocer sus errores y tampoco volver a su aula.

Luego, durante un largo rato lanzó piedras a compañeros y le fue imposible respetar la voz de autoridad de los directivos. Ante la puesta de límites sobre lo que se puede y no se puede hacer en la escuela, decidió comenzar a revolear los papeles del escritorio de la secretaría por todos lados.”

Fragmento de un informe elaborado por el maestro de 4to grado.

Y de vuelta a pensar…

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