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Pedagogía de la interrupción

O un salto afuera

Año 2020, año pandémico, clases virtuales. Algo “saltó afuera”. Comencemos por ahí.

 

Nos interesa el pibe que desde la bici se conecta a la clase, no así la escenografía de una efemérides que, cual foto sepia prefabricada, expone a la presentadora vestida para la ocasión (guardapolvo del que prende una escarapela) impostando el discurso patrio de rigor hacia un auditorio imaginario. Nos interesa el perro rompiendo la “teatralidad” con su ladrido, la profe lanzando un exabrupto intempestivo, las risas que despierta la parodia. Nos interesa el niño que recuerda cada martes a su maestra enviarle la tarea que él nunca responde, no así la respuesta indignada por su conducta desconcertante; nos interesa la piba que avisa al profe que el traqueteo de la imagen se debe a que está tomando la clase desde el bondi, no así los discursos de “continuidad pedagógica” que en el medio del tembladeral se aferra a una Forma como naufrago desesperado. Nos interesa la niña que le pide a su mamá que cuando vaya a recoger el bolsón de comida le traiga un juguete del jardín, nos interesa el gesto de la maestra vertiendo arena en unas bolsas que distribuirá entre sus alumnxs pequeños del barrio. Nos interesa el pedido de lxs pibes de tomar clase desde la cama, no el automatismo que indica que una clase solo sucede desde la posición sentada en el espacio “adecuado”. Nos interesa la argucia de esa maestra jujeña armando una comunicación epistolar con su alumno que migra hacia la alta zona rural al verse impedido el trabajo de su madre en la feria del pueblo. Nos interesa su atención que aprovecha al agente sanitario para que funcione de nexo. No así las quejas que ponen la mira en la imposibilidad de contacto con el niño, por las dificultades conectivas de la ruralidad. Nos interesa “la escuela en la nube” insólito nicho de encuentro entre maestrxs e investigadores que pescan juntos las lateralidades equívocas a los “ojos” del formato de continuidad pedagógica virtual. Nos interesan los equívocos.

¿Qué nos interesa?…cazar lo que suscita una provocación, un desacomodamiento. Ahí nos detenemos…ignorantes, despojados de brújulas, de inertes categorías y sólo tomadxs por los ecos, las resonancias, la sensación de un infinito (finito) que promete desplegarse si aguzamos los sentidos y seguimos firmes y sigilosxs sus señales.

 

Se me ocurre una imagen que distingue aquello que provoca interés de eso que no despierta curiosidad. Pienso en tierra desalambrada a diferencia de tierra vallada. Desestimar la osadía de esxs jóvenes, que proponían pensar juntos desde la cama desde una posición que tensiona la vigilia y el sueño y que a su vez se sustrae de la mirada vigilante, nos vuelve habitantes de tierra vallada. Evitar la danza del bamboleo y preferir la marcha erguida. Nada que juzgar. Se trata de preferencias y contrastes. Nos inclinamos por visitar terrenos cuyas consecuencias ignoramos pero eludimos transitar tierra firme, en exceso previsible.

 

No obstante frente a los “agarres” más que el desprecio, cabe lanzar una pregunta, qué sostienen, qué provocan.

Volvamos a nuestro interés. ¿Qué vinculan a los “faros de interés”?. Todos ellxs podrían pensarse como la punta de un trazado errante; una suerte de plano de investigación cuyo derrotero ignoramos. Si afirmamos que una clase puede tomarse desde un bondi, ¿qué estamos registrando, qué alteración perceptiva se ha producido, qué haceres se asoman desde ese punto de ver, como señalara Deligny1Fernand Deligny. Permitir, trazar, ver. Museo de arte contemporáneo, Barcelona 2009 , para distinguirlo del punto de vista?. Mientras el punto de vista lo es de una posición teórica, el punto de ver da cuenta de la posibilidad de deslizarse de un ángulo a otro sin premisa o significación referencial.

 

¿Habrá una verdad en aquello que sale fugazmente de sus carriles? La hay y no radica en la prístina voluntad de quien habla o ejecuta una acción. La hay en la materialidad, en el espíritu que más que resistirse “pasivo” a un presente, a un modo que se quiere ineludible, ya no puede ahí. ¿Nos interesa pensar saltos afuera o son esos saltos los que nos empujan a un proceso de experimentación? El pensamiento es atrapado por esas dislocaciones , volcado a un devenir que no entiende de intencionalidades. Cuando nos dejamos tomar por la rareza de una clase que acontece en el colectivo o por la astucia de una maestra que hace alianza con un agente sanitario para enviar cartas a su alumno afincado en lo alto de las sierras jujeñas o por el ansia de esa pequeña que añora el cuerpo a cuerpo con objetos de su jardín, estamos en un estado casi de ensoñación en el cual no opera la frontera entre realidad y ficción, correcto o incorrecto. Más bien nuestro pensamiento balbuceante se ha vuelto pieza o engranaje de lo que lo ha cazado. El pensamiento ya no consistiría, en términos de Stengers2Isabelle Stengers. Pensar con Whitehead. Cactus. Buenos Aires 2020., en el ejercicio de un derecho, en la iluminación de un sujeto, sino
en el arte de las consecuencias.

 

Es esa aventura que explora consecuencias lo que hace que los focos de interés no se posen en el carácter novedoso, espectacular, extraordinario, particular, colorido, anécdota excepcional de pandemia…sino en la sospecha o la tentativa de atrapar en los gestos que “saltan afuera” la “promesa” ( al estilo de la redención benjaminiana) que anida en la nimiedad. “Promesa” de alteración, que resquebraja el suelo de un modo de existencia regido por un voluntarismo que se niega a interrogar los actuales modos de vida inerciales.

Intento explicarme. La niña que pide un objeto del jardín para tener consigo, puede ser visto como una inflexión de ternura pero también como una incomodidad que busca atravesar los confines de la pantalla; una pregunta que como señalara Oswald3Gonzalo Aguilar: Por una ciencia del vestigio errático (Ensayos sobre la antropofagia de Oswald de Andrade), Buenos Aires, Editorial Grumo, 2010. expone esa necesidad de “creer”, de ir siempre más allá de los férreos límites que imponen formatos constreñidos. La respuesta de la maestra podría pensarse como una reacción favorable a la demanda de una infancia pero también, en tándem con el impulso de la niña, como la fuerza que, leyendo un choque inesperado, atraviesa la letanía del modo previsto de ser docente, que en el medio del tembladeral resulta más dañino que el virus que azota al planeta. No se trata solo de dar cabida a un pedido sino de “hacer lugar” fuera de lugar.

 

Vayamos a la idea de promesa o de redención. La promesa en la que pensamos nada tiene que ver con la épica que envuelve la ilusión de un futuro a alcanzar ni con garantía alguna. Proponemos la figura de la promesa como ofrecimiento de alguna cosa que en este caso no procede de ninguna persona sino de la escucha de los posibles, de una interrupción abierta al devenir, a los zigzagueos que habilitan las grietas, haciendo tambalear el reino de lo único.

 

Los gestos que relatamos no son invenciones ex nihilo, ocurrencias nacidas en la pura actualidad. Cada uno de estos movimientos no hacen más que poner en escena el arte de prestar atención a lo que con-viene a la vida. Se redime entonces una tendencia vital que ha sido oprimida, olvidada, opacada en pos de una atención con anteojeras. Esa que responde a una solicitud fabricada de antemano. El famoso síndrome de atención- por citar un ejemplo- o déficit de atención no implica necesariamente la pérdida de la curiosidad o la supresión de una tensión motorizada en el contacto con las cosas, sino un salto hacia afuera del escenario dispuesto para que las piezas evidentes se engarcen solo a la manera del rosario.

Las inflexiones que sacuden lo habitual han provocado un acertado olvido. Ya no necesariamente asociar aprendizaje a espacio aúlico, atención a un cuerpo sentado que posa su mirada hacia un centro pre-establecido, tarea a respuesta esperada, docente a aparato parlante, sino disposición a encarar las consecuencias de conjugar elementos que no teníamos costumbre de vincular. En ese sentido, las movidas inesperadas se presentan como retazos, dado que no sabemos, antes de la prueba, de su eventual hilván, y como ruinas en tanto salen a la luz maneras conjuradas por la cuadratura de la lógica institucional.

 

Isabelle Stangers4Isabelle Stengers. En tiempos de catastrófes. Futuro Anterior/ Ned ediciones. Buenos Aires, 2017 lo sintetiza en esta frase. La atención requiere resistir a la tentación de juzgar. ¿Es pensable una escuela que abandone el juicio?

 

Ciertamente la escuela en América Latina o la idea de educación se ha visto sacudida a lo largo de la historia del siglo xx por algunos saltos hacia afuera; Paulo Freire5Paulo Freire (1921-1997), pedagógo y filósofo brasilero que ejerció una enorme influencia en el pensamiento educativo crítico especialmente en las décadas del 60 y 70. Entre sus múltiples publicaciones se destaca Pedagogía del oprimido, basada en su experiencia de alfabetización con adultos en la que propone una acción educativa que rompa con los patrones jerárquicos entre enseñante y aprendiz. Su apuesta central fue por una educación concientizadora que libere a los sectores desfavorecidos de un destino de sojuzgamiento con su apuesta a una educación dialógica que libere a los sectores oprimidos de su posición sojuzgada, Ivan Illich6

Ivan Illich ( 1926-2002) pensador de origen austríaco devenido mexicano. En una de sus obras destacadas La escuela esa gorda y vaca sagrada (1968) expone su rechazo a las formas institucionales de la sociedad moderna industrial que según su perspectiva sólo forma soldados útiles y competitivos a las coordenadas mercantiles. Su apuesta,  estimular espacios informales que acojan lo valioso que está “afuera de los muros de la escuela”


con su crítica radical al corset institucional y su propuesta desescolarizante, Olga Cossettini7Olga Cossettini (1898-1987), pedagóga rosarina que abrevó en la experiencia del educador y médico polaco, exterminado en los campos de concentración nazis,  Januz Korczak. En una de sus últimas conferencias se refirió al escrito de  este pedagogo libertario titulado Una pedagogía de la perversión. Olga Cossettini propuso quebrar las barreras impuestas por el enciclopedismo y sacar la pedagogía del claustro de sus métodos convencionales. con su propuesta de escuela activa abierta a las dinámicas comunitarias y a la experimentación tras los muros de la escuela . Sin embargo y nuevamente la fuerza normalizadora ha sabido imponerse y ganar terreno ya sea para ensombrecer su propagación, ya sea para tolerar sus costados “alternativos” sólo en el perímetro de una vida tribal . Así mismo todas esas experiencias de ruptura no han abandonado una impronta idílica, una imagen romántica lo cual paradójicamente las vincula a un punto de vista evolucionista del tiempo que ha sido el sustrato de la acción civilizatoria.

 

Levy Strauss, nos recuerda Deligny8Levy Strauss en Deligny. Op Cit, incomoda a los espíritus bien pensantes con la siguiente reflexión: …todas las tragedias que hemos vivido primero con el colonialismo y luego con los fascismos se inscriben no en oposición a un supuesto humanismo sino a su prolongación natural puesto que de algún modo con una misma zancada el hombre empezó por trazar la frontera de sus derechos entre él y las demás especies vivientes y luego se vio llevado a importar esa frontera al seno de la misma especie humana separando ciertas categorías a las que reconoce como las únicas verdaderamente humanas de otras que sufren una degradación concebida según el mismo modelo que servía para discriminar especie humana de no humana.

 

Si lo alternativo no implica más que un nuevo ideal de vida, eso que se plantea como transformación se trampea al cerrarse a sus mutaciones imprevistas.

 

Desde este ángulo convendría investigar si acaso el sesgo alternativo guarda la nota de interrupción que nos interesa pensar. Tal vez el germen de interrupción que las ha impulsado haya sido solapado por el ansia de modelo. Cuando hablamos de redención unida a una interrupción politizante no abrazamos enunciados virtuosos ni imágenes idílicas de la educación, ni la presunción de proclamar su sesgo alternativo. La educación no es conservar ni enamorarse de retóricas ideales que sólo permanecen encumbradas. La educación es turbia, sombría y luminosa. Abierta a una problematización inconclusa. Es por ahí o es sólo para formar soldados “felices” de una vida cerrada en los estrechos posibles de un actual o en la pureza de un mundo a conquistar.

Sin abrir un frente de batalla retórico en torno a lo alternativo, sugerimos corrernos de esta ruta. Lo alternativo se erige en oposición a lo convencional, hegemónico, instituído pero sobre todo se trata de oponer modelos. Y es justamente el ejercicio de la oposición -que se cocina en las arenas discursivas sin encarnadura, desinteresada de las consecuencias empíricas, concretas, vivas – el que ya no deseamos alimentar.

En estas líneas intentamos bosquejar más que definir lo que podríamos pensar como gestos de interrupción. La apuesta es a la captura de potencialidades que han sido negadas en tanto virtuales que como tales no podrían revelar formas acabadas de las que podríamos dar cuenta, no sólo porque un “tiempo histórico” cercenó sus posibles efectuaciones, sino porque la fuerza de los virtuales radica en su capacidad singular precaria y abierta de una actualización siempre problemática y situada.

La redención entonces volviendo a los ejemplos citados da cuenta de una acción que podría pensarse como desengarce de una lógica automatizada; se salva a la atención de ser objeto solicitado para hacerla jugar en relaciones impensadas. Desde este énfasis lo que cuenta no es la anécdota sino el eco contaminante, su capacidad de operar como virus que inocula el “germen” necesario a la plasticidad de las percepciones.

Es entonces en los fragmentos de apariencia azarosa donde puede verse la fuerza de interrupción de la continuidad de una forma, que más allá de sus alteraciones cosméticas ha preservado una idea jerárquica del saber y acotadas lógicas de transmisión en un tiempo de progreso certero. No son los fragmentos en sí mismos los que cargan con la fuerza de la interrupción sino una perspectiva de montaje que habilite la alteración del tiempo o en términos de Bergson, su invención.

La “promesa” entonces comporta una confianza en un más allá inmanente que no es más que un tal vez. Tal vez podamos abrirnos a la experiencia de otras temporalidades. Tal vez, si prestamos atención a esas “nimiedades” poderosas que saltan hacia un afuera abismal.

La “intrusión” de las situaciones que relatamos no quieren decir nada, escapan a cualquier interpretación sociológica, psicológica o pedagógica. Son algo así como materia a-significante que suscita la necesidad de trances, de pasajes, que invitan a modificar las relaciones que establecemos con el ambiente. Reiteramos, se trata de investigar consecuencias incontrolables allí donde algo despierta a la actividad interrogativa.

Si lo que irrumpe desacomoda, se torna imposible o al menos limitante la tentativa de hacer que lo experienciable se interprete desde un marco categorial dado. Y al mismo tiempo si lo que irrumpe roza la experiencia no es conveniente acotarlo a una chance pasajera.

La idea de interrupción no abona una propuesta que nos salve de una supuesta oscuridad, no intenta plantearse como vigilia crítica emancipadora. Se trata de escuchar la experiencia sensible que nos avisa que eso que hasta ahora nos resultaba posible se nos vuelve imposible. Y para salir del impasse nos propone darle acogida a lo “intruso” para pensar desde sus reverberancias cómo hacer para que algo inédito exista.

Walter Benjamín9Walter Benjamín. Calle de mano única. Cuenco del Plata. Buenos aires 2014 escribió en 1920 unas notas tituladas “Apto para niños”. En uno de sus fragmentos dice:

Es tonto cavilar pedantemente sobre la fabricación de objetos (material visual, juguetes o libros) que sean aptos para niños. Desde la Ilustración, ésta es una de las especulaciones más enmohecidas de los pedagogos. Su afición por la psicología les impide advertir que la tierra está llena de los más incomparables objetos de atención y uso para chicos. Pues los niños se inclinan especialmente por visitar cualquier lugar en donde sea visible el accionar sobre las cosas. Sienten una atracción irresistible por los desechos ….. En estos productos residuales reconocen el rostro que el mundo de los objetos les muestra . Con estos desechos, en el juego, no reproducen las obras de los adultos, sino que ponen a prueba una nueva e inesperada relación de materiales heterogéneos.

Relación inesperada de materiales heterogéneos”. Una cuestión de modos de ver, un arrojo a la investigación. En una extensa entrevista que se le realiza a Francis Bacon10David Sylvester. Entrevista con Francis Bacon. Flecha Ignea ediciones. Buenos aires 2015; el pintor lo dice de esta manera

Los trazos se hacen y tú estudias el asunto como si fuera un diagrama. Y ves en ese diagrama las posibilidades de los hechos que se plantean. Lo explico mal. Por ejemplo si piensas en un retrato puede que en un momento hayas puesto la boca en una parte pero de pronto ves a través de este diagrama que la boca podría ir cruzando la cara.

Una pedagogía de la interrupción es la efectuación de una boca cruzando la cara. Se trata de una experiencia de inacabamiento de las formas de existencia.

 

Una pedagogía de la interrupción es un acto no un argumento. Acto cuya eficacia consiste en la infección de nuestras relaciones con el mundo. Como toda infección nada sabemos del alcance de su propagación en el cuerpo social, nada de las invenciones de las que somos capaces movidos por los límites que nos impone la inoculación de un elemento extraño. Tal vez la hierba crezca ( al decir de Deleuze) cuando la convalecencia que acontece, sometida al encuentro de fuerzas divergentes, nos dé el impulso de saltar afuera de un funcionamiento autómata. Tal vez nada de esto y la inmunización sea la ganadora separándonos de una actividad que interrogue las formas no jerárquicas de relacionarnos a toda escala con lo vivo.

 

Si una pedagogía de la interrupción implica un salto afuera de los automatismos, si lo que recoge no son las perlas diseminadas de un rosario para hilvanarlos según su representación, si se interesa por las ruinas y fragmentos entonces podemos pensarla como un trazado de temporalidades, territorios y afectividades. Temporalidades en tanto experiencias de un tiempo “para nada”, desprovisto de finalidades no así de consistencias; territorios como el trazado de circunstancias concretas devenidas de la singularidad de problemas; afectividades como la gestación de lazos deseantes y no meramente funcionales.

Silvia Duschatzky
Enero 2021

Las imágenes son parte de un trabajo de collage visual agarrando  fragmentos de fotos tomadas en varios museos, pedazos de pinturas de Goya, El bosco y Turner (Carolina Nicora)

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94 Comments

  1. Marisa Peresón

    Texto muy interesante! me saca de las estructuras, me desarma. Me hace pensar en el origen de la Pedagogía de la Alternancia, sistema en el que me desempeño como docente. Una pedagogía que saltó la tranquera de lo que existía en esa época (fines de la década del 60 en el norte santafesino), interrumpió las vivencias de un medio rural sin escuelas secundarias, para gestar un proyecto desde la comunidad y para la comunidad. Saltó el límite de lo escolar, partió sin temor y con respeto, del saber campesino para hacerlo encontrar con el saber científico, ponerlos a dialogar, para el desarrollo de la persona toda. Más de 50 años de Alternancia Educativa en Argentina y un virus interrumpe, desarma. Ojalá sea para revisitar el mandato fundacional, reconocer el recorrido y diseñar un presente/futuro posible.
    Gracias.
    Marisa Peresón

    • Gabriela Saffioti

      Es interesante replantearse dónde ponemos nuestra mirada. Qué cosas nos acostumbramos a mirar, a qué comportamientos o respuestas le damos más importancia, más trascendencia, dependiendo de quién lo dice o lo hace.
      La pandemia nos descolocó, nos sacó de esa mirada única y de ese lugar “cómodo” donde poder explayarnos.
      Reflexión, análisis, mirar más allá de lo que vemos, comprender el lugar del otro, incomodarnos….. en ese lugar me encuentro ahora y es lo que me lleva a repensar en lo que vendrá.

    • Yael Funes

      Esta clase que lleva por título “Pedagogía de la Interrupción” me abre el pensamiento en desaprender lo que hemos aprendido; quitarme el corset que nos coloca en un lugar de docentes evaluadores, calificadores,del que impone normas, disciplinas, del que todo lo sabe. Es necesario correrse de ese lugar para ver en si al estudiante, y comprender eso de la “dialogicidad” ( Freire) como pasaje no tan solo de transmisión de un conocimiento sino para desanudar y entramarnos con la alteridad de nuestra escuela. Me pregunto: ¿ Será que hoy se impone una nueva pedagogía de la escucha para luego de comprender al sujeto del aprendizaje proponer las Prácticas de la enseñanza? ¿ qué diría Freire o Cosettini de esto?. Puedo agregar que la interrupción no quiere decir abandono.

      Los sigo leyendo.

      • Monica González

        Yael, hago eco de tu comentario, cada vez más lejos estamos de los formatos tradicionales por suerte. Digo por suerte como ironía porque en los tiempos que transitamos muchos pedagogos habían visualizado un cambio en la escuela, pero tuvo que llegar la pandemia o plandemia para llevarlo a cabo para “salir de la caja”, pensar ” fuera de la caja” y poner fin al automatismo de la sistematización. El miedo entró en escena, las angustias docentes ante la conectividad, la “invasión”de los docentes en los hogares, las pantallas en negro, la interacción supuesta entre estudiantes y docentes enmarañadas por un sinfin de situaciones personales irrumpieron el siglo XXI. La enseñanza a través de la ubicuidad nos convocó por casi 2 años, rompiendo estructuras, desacomodando cuerpos y pensamientos, reinventando encuentros, haciendo otros mundos posibles. Como dice Freire y también lo he leído de Murray Schafer, somos una comunidad de aprendices, y valido y me apasionó el texto cuando menciona la escuela como arte; palabra polisémica si es que la hay, pero más que nunca en éstos tiempos que corren el arte es necesario y vital, no solamente por lo que que encierra y trama sino porque nos habita, porque está presente en cada uno de nosotros, y nos convoca una vez más a despertarnos antes de que sea demasiado tarde.

    • María

      Dice Silvia: año 2020, algo saltó afuera. Saltó la normalidad a la que estábamos acostumbrados, saltaron afuera todas nuestras estructuras. Años de concebir a la educación de una manera determinada, única. Y eso asusta. Salir de nuestro espacio de confort, desde donde teníamos todo controlado generó un desequilibrio que todavía no hemos podido controlar. Y digo esto, pensando en el discurso de algunos docentes que se escandalizan porque sus alumnos deciden tomar la clase desde la cama, qué atrevimiento! O aquellos que se compadecen porque algún alumno debe acercarse a una plaza para poder tener wifi y poder escuchar al docente; o el que se queja porque con un solo teléfono en la familia es imposible sostener la continuidad pedagógica. Ese “desacomodamiento”, como dice la autora hizo también que algunos maestros, profesores nos sorprendan con su capacidad de ingenio; como el docente que aprovechó la radio del pueblo para transmitir sus clases y asegurarse de esta manera que llegaría a todos. Son estos “saltos” los que nos empujaron a probar nuevas estrategias, a animarnos tímidamente al principio, un poquito más seguros después, a reinventar nuestras clases y reinventarnos nosotros. Ya no nos escandaliza que la hija del docente entre al cuadro del zoom para pedir algo para comer, o cuando hay que hacer una pausa para acallar al perro o atender a quien en ese momento golpea las manos de la puerta de casa. Todo se vive con más naturalidad, como parte de la vida, fuera de ese santuario llamado escuela en donde nada de esto sucede.
      La autora habla de la capacidad de operar como “virus” que inocula el “gérmen” necesario a la plasticidad de las percepciones. De esta manera, en esas nuevas conexiones neuronales lograríamos nuevos aprendizajes o nuevas formas de enseñar y aprender. Nuevas formas de relacionarnos con el otro. Una pedagogía de la interrupción entiendo, es poder entender que no existe una sola manera, que constantemente nos debemos interpelar nuevas formas para llegar, no atarnos a lo ya establecido y la pandemia, nos hizo precisamente esto, nos interpeló a buscar nuevos caminos, métodos que antes nos parecían impensables. Ojalá esta pandemia tan terrible que nos atravesó a todos de diferentes maneras nos deje enseñanzas positivas en cuanto a lo planteado en el texto. Tratemos de quedarnos con lo bueno que aprendimos a descubrir. Me pareció muy interesante la lectura. Los sigo leyendo.

    • Verónica

      Realmente un texto impactante, leer sobre la pedagogía de la interrupción me permite reflexionar sobre mi actuar en el aula como docente, en dónde muchas veces nuestras acciones son automáticas, enamorados de la retórica y tenemos un déficit de atención, que nos lleva a no detenemos a pensar en estos gestos del cual la lectura nos habla, en ver esas inflexiones que sacude lo habitual, movidas inesperadas que nos invitan a modificar lo que pensamos, interrogarnos, saltar afuera de un funcionamiento autómata .

    • Sergio

      Desautomatizarnos, parar y preguntarnos, ¿hacia dònde voy? Mirar, escuchar, alojar al estudiantado. Ver el problema para luego construir recursos situados, salirnos del cuadrado hegemónico en la que nos mete el sistema y llegar al corazón. Educar para ser libres, para construir el saber comunitariamente…Nos leemos…

  2. Stella Maris

    Un texto que interpela, que me hace pensar y repensar en la pedagogía que ha sido dominante en las escuelas a través de los diseños curriculares.
    También me retrotrae a las infinitas veces que recorrí las páginas del libro de Paulo Freire sobre la Pedagogía de los sueños posibles y recupero lo que sostiene: “…por qué docentes y alumnos necesitan reinventarse en cada momento de la historia”. Recuperar también los principios sobre la tarea de la escuela como un acto político para no reproducir el orden social.
    Ojalá esta coyuntura contribuya a pensar la educación desde pedagogías que irrumpan las desigualdades y -comparto lo que dice Marisa- permita revisitar el mandato fundacional de la escuela.

  3. Liliana

    Impactante, me deja pensando cuántas veces deberíamos hacer ¨intrusión¨ en las escuelas para contemplar las relaciones, compartir enfoques, miradas, voces y detenernos para comprender la complejidad de la vida dentro y fuera de la escuela.

  4. Daniel B.

    Gracias, el texto nos invita a dar una valoración distinta del momento generado por el COVID-19. Igualmente nos conmina a estar atentos, expectantes del rompimiento de las retrancas que hemos visto siempre, a impulsar, gestionar la emergencia de un nuevo mundo, espero mejor…

  5. Maria Jose Barrionuevo

    Un texto que me permitio reconocer imagenes de un tiempo que nos dejo a la intemperie, de filas sombrias buscando un bolson de alimento, de escuelas vacias, de patios silenciosos, de aulas expectantes, de adolescentes buscando rumbo, una epoca que nos invito a recrear la tarea, de salir a la busqueda del encuentro. En un contexto de peligro, sombrio, la escuela, los maestros, la educacion transitando nuevos rumbos, construyendo otras respuestas.
    Comparto con las compañeras, revisitar es la tarea, ojala hacia nuevos horizontes, menos desiguales, mas y mas inclusivos.

  6. DIEGO HERNAN PARRA AYALA

    El texto me suena a que, será necesario más de lo habitual incorporar a lo que ya sabemos, que nada será suficiente, siempre con cada accionar habrá una nueva consecuencia y no sólo por el predominio de la falta de presencialidad, sino porque nadie puede siquiera imaginar adecuadamente, cual será la reacción, aceptación, respuesta, necesidad, entusiasmo,…., que del otro lado nos acoge. Nadie es capaz de imaginar con certeza que accionar será mejor a los contextos tan diversos de cada entorno singular del nuevo escenario, que además incluye o involucra a diferentes niveles en una sola clase, mamá, papá, hermanos, tío, abuelo/a qué sin preocuparse darán su aporte en pos del cumplimiento a lo que el Docente solicita,…, Entonces habría que pensar, en ésta nueva forma,…, A quien va destinado nuestras clases?

  7. GRACIELA CARLONI

    Estaba pensado justamente eso… en la interrupcion de la inercia que cada familia debio afrontar. La inercia del individualismo colectivo que se transformo en el compartir cotidiano, en la presencialidad en la casa, en los requerimientos ya no por parte de la escuela sino de los que conforman cada familia. La colaboracion fue la reina de la situacion.
    algo parecido sucedio a nivel de equipos docentes, equipos de gestion, equipos de coordinacion, equipos de preceptores. Nos vimos interrumpidos en nuestro individualismo de trabajo, de planificacion… para empezar a pensar de manera transversal y unificando criterios de evaluacion. La realidad nos dio vuelta como a un soquete. Me parece una oportunidad maravillosa !!!!!!!

  8. Alejandra Barreto

    Interesantes reflexiones y vinculaciones con pensadores de nuestro tiempo y anteriores, que de alguna manera nos atraviesan, como la boca atravesando una cara. Hoy una boca con barbijos, amordazada metafórica y físicamente.
    Lo cruel de la boca amordazada, es que nos impide mostrar lo que el cuerpo vive, acorta la expresión porque dificulta escucharnos mientras hablamos. Es también una irrupción, que nos modifica los planos, las tradiciones.
    Me gustó la parte referida a que la irrupción no nos salvará de la oscuridad, sino que: “ Se trata de escuchar la experiencia sensible que nos avisa que eso que hasta ahora nos resultaba posible se nos vuelve imposible. Y para salir del impasse nos propone darle acogida a lo “intruso”. Eso es lo que ha signado este tiempo. Al niño y al adolescente lo ha signado de una forma definitiva a veces feliz y a veces dramática, mientras los docentes vemos cómo construir/reconstruir/deconstruir el “espacio” del aula, la cama-aula, el colectivo y el espacio de la escuela desde la virtualidad o El bi-modo lectivo.

  9. Veronica Riquelme

    Un texto que nos lleva a repensar nuestras practicas, a innovar en lo desconocido, a generar aprendizaje desde otro lugar. Pensar la enseñanza como un proceso que nos atraviesa en este contexto de pandemia y mas allá de la pandemia, porque la enseñanza es una practica social.

  10. Rosana Mirabelli

    En la mención a Deleuze, en el interés por las ruinas y los fragmentos, trazado de temporalidades, territorios y afectividades es que observo, vivencio esta pandemia que nos atraviesa. Nos atraviesa y redescubre formas, no sé si nuevas, al menos no tan habitadas, de nuestras relaciones. Y así vamos al encuentro o punto de ver de cada unx de nuestrxs alumnxs, sus padres, asistentes, docentes, contenidos curriculares. ¿Cómo vamos a ese encuentro? ¿Cómo nos encuentran lxs otrxs entre estas ruinas, fragmentos de quienes somos?

  11. Carla Noemí MuÑoz

    Un texto profundo, que interpela todo lo que hasta hoy dábamos como seguro. Coincido con Stella Maris al pensar que este desarrollo nos hace repensar la pedagogía que ha sido dominante en las escuelas a través de los diseños curriculares.
    Recupero del texto “Si una pedagogía de la interrupción implica un salto afuera de los automatismos, … , si se interesa por las ruinas y fragmentos entonces podemos pensarla como un trazado de temporalidades, territorios y afectividades.

  12. Nestor Juarez

    Vivimos en tiempos de transformaciones sociales profundas y siempre en estos contexto fluyen la necesidad de cambios en aspectos esenciales como es la educación y en esta línea como al rico que de golpe perdió todo talvez no le queda otra con convivir con su nueva realidad o salir adelante pero antes deberá entender su nuevo contexto, relacionarse y saber que tendrá que luchar contrastando su nueva realidad con la que vivía. Salir de su zona de confort lo pone en un escenario distinto en donde deberá construir su camino y donde los mitos que tenia talvez ya no sirvan como referencia de nada.

  13. Laura

    Me encantó lo de Pedagogía de la interrupción como salto afuera de los automatismos. La Pandemia nos demostró que debemos aprender a vivir en la incertidumbre y que podemos pintar un hermoso paisaje en ese espacio vacío de regularidades…porque todo es posible cuando hay ganas de que las cosas sucedan.

  14. marianela

    Excelente este texto ya que nos invita a repensar y reflexionar lo que pasa en las escuelas, en estos tiempos de pandemia, y a su vez reflexionar que tipo de escuela, educación, se ha llevado a cabo y que ahora en estos tan difíciles todo puede pasar y cambiar, nos invita a dar una valoración distinta de estos tiempos de COVID.

  15. Carolina Rizzo

    Sin dudas un texto que nos interpela como docentes y en particular me deja muchas preguntas resonando en mi mente: ¿Cuándo vamos a dar “ese salto” dejando de lado el funcionamiento autómata? ¿Cuándo vamos a escuchar verdaderamente los intereses de los estudiantes? ¿Cuándo vamos a permitir que el silencio nos invada y nos llene de cuestionamientos? ¿Cuándo vamos a callar y solo escuchar? Queda mucho por aprender y construir, pero el primer paso ya lo estamos dando…ya está sucediendo.

  16. Mónica Valeria YAPURA

    La nueva realidad nos ha llevado a repensar, a reinventar todas las formas de interactuar, de enseñar y de aprender, de vivir.
    Cambios que llegaron en forma intempestiva y se enfrentaron con la rutina diaria de nuestros distintos ámbitos de expresión, forjándonos a transformarla… la creatividad, la flexibilidad, la readaptación nos permitirá buscar nuevos caminos y nuevas formas de desarrollar nuestras actividades, profesiones, relaciones, vidas.
    Ojalá que estos tiempos nos permita reflexionar y actuar en consecuencia para transformar la educación en todos sus niveles y hacerla más inclusiva.

  17. GABRIEL

    Cuánto para pensar, repensar ¿No? Cuánto para desarmar, rearmar, para revisitar, para desconstruir y construir… Siempre es necesario un paráte, detenerse, mirar, observar, indagar, evaluar…para qué? para situarnos, contextualizarnos, reoxigenarnos, hasta reinvertarnos y continuar el camino, trazando, tal vez, nuevos trayectos-recorridos… ¡Cuánto! ¿No?

  18. Tatiana Cordero Romero

    Considero que el texto nos impulsa a mirar nuevamente las cosas que nos han pasado en el último año, a mirar con detalle “los saltos afuera” que las comunidades educativas hemos logrado. Me llama mucho la atención la estructura del texto. Resaltar la temporalidad, como experiencias de un tiempo abrupto lleno de consecuencias, me invita a resaltar el trabajo de estudiantes, profesores y familias por inventar nuevas formas de aprender en territorialidades no imaginadas, hoy la escuela sucede en la cocina, en el comedor o en la cama de muchos hogares y eso es extraordinario. Finalmente las afectividades… vuelvo a pensar y a recordar cómo nos hemos acompañado desde las aulas virtuales, cómo los sentimientos y las emociones han tomado un papel cada vez más importante en el día a día de la escuela, por ejemplo, en la soledad de nuestra casa, nos ha sostenido el retumbar de las voces de compañerxs y estudiantes, nos ha sostenido en muchos casos la dicha inexplicable al ver que algún estudiante prende su cámara.

  19. maria pia garmendia

    Profundo e irredento. Molesta ahí donde siempre estamos cómodos. Incomoda con desafío, que genera deseo y cambio. La imagen de la boca que atraviesa la cara.. me encantó. Cuán valioso es sacarse los mandatos, cuestionarlos, fundamentarlos. Me recordó las canciones de Liliana Felipe. que generan justamente esa incomodidad productiva, que denuncian lo dado, haciéndonos pensar.

  20. maria pia garmendia

    Profundo e irredento. Interrumpe. molesta y genera ganas de saber porqué. Nos saca de la siesta aletargada, de las lecturas de corrido. Palabra por palabra, frase a frase, es necesario ponerse a pensar, a imaginar, a sentir. ¿Cómo sería la cara con la boca que cruza? ¿¡por qué no!?
    Hermoso. Trasciende la mirada poética y artística. cuestionadora. me pregunta: ¿Dónde está tu deseo en eso que haces?
    me recordó las canciones de Liliana Felipe, irredentas, denunciantes, vivas, sentidas, necesarias.

  21. Marianela

    No puedo dejar de tener admiración por Silvia,en medio de las adversidades siempre con las palabras justas.
    Los sujetos podemos desensillar absolutamente todo,pero muchas veces nos prestamos a contradicción entre la idea y la mirada del otro.Cuanto debemos comprender,cuánto debemos trabajar aquello que no comprendemos.
    Podemos lograr la transformaciones del entorno y,fomentando actitudes omnipotentes,pero aparece el equilibrio narcisista societal.La imagen les reluce pero no es oro.
    Me quedo con : Nos interesa “la escuela en la nube” insólito nicho de encuentro entre maestrxs e investigadores que pescan juntos las lateralidades equívocas a los “ojos” del formato de continuidad pedagógica virtual. Nos interesan los equívocos.
    Me quedo con cada palabra,porque me interesa mirar con otros ojos.

  22. Adriana Macedo

    Idea de pensar la pedagogía desde la IRRUPCIÓN, tiene una potencia arrasadora, y nos pone en el incómodo lugar de sacudir certezas que acumulamos durante años. Pero… ¿Qué hay que interrumpir? algunas de las respuestas tal vez sean..las tradiciones, los convencionalismo, el pensamiento escolar o las prácticas que obturan experiencias. Todavía no lo sé, espero transitar la experiencia e ir descubriéndolo.

  23. María José Egidi

    Muy interesante el texto. En línea con lo que estamos trabajando en la cursada de la Diplomatura, nos invita a reflexionar sobre nuestras propias prácticas y respecto al para qué de nuestro trabajo cotidiano en la Escuela.
    No es fácil abandonar el “punto de vista” y empezar a mirar desde el “punto de ver”, no es fácil renunciar a los automatismos y a las formas de lo escolar que tanta comodidad y seguridad nos brindan y empezar a “interrogar los actuales modos de vida inerciales”, “hacer lugar fuera de lugar”, “conjugar elementos que no teníamos costumbre de vincular”… porque solo, si nos permitimos interrumpir políticamente, “tal vez podamos abrirnos a la experiencia de otras temporalidades”. Como bien explicita Silvia Duschatzky en el texto: “una pedagogía de la interrupción es la efectuación de una boca cruzando la cara. Se trata de una experiencia de inacabamiento de las formas de existencia”. “Una pedagogía de la interrupción es un acto, no un argumento” donde se van trazando “temporalidades, territorios y afectividades” para generar nuevos posibles en la escuela y fuera de ella.

  24. Mariana

    Nos formamos y nos formaron con una pedagogía tradicional, estructurada, que la pandemia nos puso un alto!! debemos repensar nuestras practicas educativas

  25. agi

    Interesante, pedagógia a partir de una interrupción es ciencia pura, romper estructuras preestablecidas…..Avanzar desde aquello que nos mueve nos interpela, nos enseña nos conmueve y experimentar el conocimiento desde otro tiempo y espacio diferente al que la simlitud del costumbrismo nos tiene acostumbrados por décadas y siglos la repitencia de lo mismo y la seguridad de la nada.

  26. GLORIA Patricia Machaca

    En una pedagogía de la interrupción son valiosas las lateralidades, las cosas que no se ven, pero que si se afina la mirada están ahí como llamados urgentes que pueden movilizar desde el estar para dejarnos ser, no son “simples nimiedades” sino “nimiedades poderosas” las que pueden ser capaces de modificar el curso de la rutina, los automatismos, lo instituido: como un punto de inflexión.

  27. Flavia Peirone

    “¿ Qué nos interesa?”
    Considero dar inicio a mi respuesta con esta pregunta, ya que pocas veces nos detenemos a ver mas allá de las fronteras , nos quedamos con los preestablecido mas allá de las nuevas búsquedas de repensar-nos, y el texto movilizó en parte las bases de la estructura que muchas veces nos enmarca en la complejidad del sistema sin tener en cuenta que cada lugar posee un contexto particular y que al mismo tiempo cada sujeto vive, percibe y concibe la realidad de manera única.
    Poder pensar y accionar en el presente para construir un devenir mas justo con cada uno de los actores que representa un puente colectivo.
    Problematizar las maneras, los modos, nos permitirá ” saltar afuera”, romper con la burbuja , con lo obvio, para “hacer lugar” a esos tantos relatos, testimonios que nos interpelan y que muchas veces superan nuestra capacidad de respuesta.

  28. Andrea Favaro

    Gracias!!
    Por permitirnos pensar y ejercitar el “punto de ver” y llevar nuestro pensamiento al “arte de las consecuencias”.
    Qué gran desafío entrenarnos en la Pedagogía de la interrupción , permitirnos dar un salto afuera de los automatismos, merodear el problema, sostener la pregunta y seguir en el problema…

  29. Susana Elizabet López

    Exelente el texto, nos invita a pensar y reflexionar sobre lo que sucede en nuestra escuela en este tiempo de pandemia y nuestra practica docente, ya que todo va cambiando, a cada instante, haciendonos pensar y repensar nuestra tarea docente, reinventandonos y para continuar con nuestra tarea.

  30. Mariana Caturegli

    Excelente texto. Reflexionaba sobre lo que expresa Stengers refiriendo que el pensamiento consistiría en el arte de las consecuencias. Y como la pedagogía de la interrupción dada la coyuntura actual nos invita a pegar el salto fuera de los automatismos y a interesarnos por las ruinas y fragmentos y así abre la posibilidad de pensar en este nuevo trazado de temporalidades, territorios y afectividades…ojalá ese “pensar” en función de todas las consecuencias que esta cruel situación va a dejar en nuestros alumnos nos encuentre como educadores dotados del siempre fuerte compromiso, pero sobre todo de una emotividad que acaricie suave pero firme sosteniéndolos en cada paso.

  31. Victoria Rodríguez

    Que texto tan interesante, nos atraviesa desde tantos ángulos. Romper con las estructuras y pensarnos y pensar a nuestros alumnos desde un lugar nuevo y diferente. Este último año nos obligó a reestructurar nuestra tarea y pensar que y como queremos enseñar.
    La verdad brillante.

  32. María Paula Iturrería

    Un texto muy interesante, no solo por el planteo y la fuerza que toma la necesidad de generar nuevos lazos, de “deconstruir a la institución escuela” y darle lugar a las nuevas realidades.
    En lo personal, y motivo por el cual inicié la Diplomatura de Gestión Educativa, entiendo que una de los principales problemas que enfrenta la Educación hoy es el continuar con la institucionalización de formas y métodos “vintage”, generando situaciones que no forman parte de lo real que es lograr que los sujetos educandos sean parte constructiva y constitutiva del aprendizaje. El deber ser está institucionalizado y naturalizado, y es un problema al que hoy nos enfrentamos, contra viento y marea, dificultando la enseñanza/aprendizaje a partir de metodologías innovadoras que no tengan en cuenta “posturas físicas” “uniformes” “métodos de escucha”.
    Es un debate que se está dando hace tiempo, pero que hoy, más con la pandemia que dio luz a situaciones cotidianas, es hora de cambiar.

    Ahora es cuando.

    Saludos y gracias

  33. Paola Frosi

    ¡Me pareció súper interesante la lectura! Esta idea de interrupción me resuena a movimiento, a vitalidad. Pensar que nuestras prácticas están vivas, que cambian, se que se mueven, que se modifican me invita a querer seguir capacitándome todo el tiempo. Como que para poder afrontar la diversidad de lo desconocido tenemos que movernos y darle lugar a lo nuevo, al cambio.

  34. Rodriguez Laura

    Que tan exactas tus palabras … El automatismo desde el que estamos acostumbrados a transitar nuestra vida escolar no es más que la consecuencia de políticas ancestrales .
    El no animarnos a innovar , a romper con algunas estructuras hace que entremos en el facilismo de hacer siempre lo mismo.
    con propuestas curriculares que no se actualizan , con la impotencia de saber que no puede ser de otra manera porque el sistema así te lo pide .
    Nada mejor en mi opinión que la pedagogía de la interrupción y del desconcierto que hicieron que busquemos opciones y nuevas estrategias para aprender nosotros como docentes y llegar a los hogares de otra manera.

  35. Rosana Cappellini

    Un nuevo tiempo, con otras formas y diversos haceres. Situaciones impensadas de enseñanza y de aprendizaje, nos hacen revisar todo lo que hasta ahora hicimos. Nos interpela. La propuesta de lectura, describe, ilumina y acompaña este andar, a veces, un poco errante. “Lo alternativo es diferente a lo convencional, lo hegemónico, lo instituido” Eso que hacíamos desde siempre hay que revisarlo.
    Educación turbia, sombría, a la vez luminosa, abierta a una “problematización inconclusa”. Muchas ideas para pensar, destaco “nuevas temporalidades, territorios y afectividades” Ésta ultima sobre todo, como la “gestación de lazos deseantes y no meramente funcionales”, prometedores de nuevos vínculos más fuertes y comprometidos.

  36. Rosana Cappellini

    Nuevos tiempos, diversos haceres, otras formas de habitar los espacios físicos y virtuales. La propuesta de lectura nos interpela, nos invita a revisar los pasos, a veces, un poco errantes. Vamos construyendo nuevas formas de aprender, de enseñar, de relacionarnos. Son tiempos de “acciones no automatizadas”. Este nuevo trazado de temporalidades, territorios y afectividades nos invita a buscar otras maneras, todas necesarias, pero especialmente, cómo “gestar lazos deseantes, no meramente funcionales” que nos ayuden a construir vínculos más fuertes y comprometidos en el ser y el hacer.

  37. Elena Diaz Pais

    Me encantó la propuesta del texto!, La interrupción que deviene movimiento en estos tiempos con tantas intenciones institucionalizadas por volver a la “normalidad”.

  38. Martín Lucero

    Una Lectura necesaria. En medio de tantos discursos que arman relatos épicos de realidades que son mucho mas crudas que las historias que eligen contarnos o contarles a la gente es fundamental construir nuevas perspectivas de pensamiento. Basta de los inútiles esfuerzos por meter todo en categorías de análisis pre pandémicas. Aceptemos que las cosas no son iguales y tampoco van a serlo. También asumamos que todavía no sabemos como serán porque nuestra “normalidad” se “interrumpió”.
    Quien va a escribir la historia curricular del 2020/2021??? Los estados desde los programas que nunca se implementaron? las academias desde los estudios que recortan la realidad? Los medios con los hechos que les llamen la atención? la política con su “épica de las escuelas abiertas?
    ¿Quién le dará voz a lo que realmente paso en las aulas para construir lo que viene?

  39. Camila

    Me gusta que la propuesta del texto no apunta a la salvación de la pedagogía, ni la hegemónica ni sus alteridades, no busca conciliar ni llegar a acuerdos, simplemente describe un acontecimiento (un acto) del que ya somos partes. Cada crisis se abre como potencia, habrá que tener suerte, entonces, confiar en el azar, para lograr que algo surja de todo esto.

  40. Rosana Domeniconi

    Excelente! Estamos viviendo una nueva experiencia, esta realidad nos ofrece como dice la autora “un suelo pantanoso, donde la pregunta no es tanto preservar a la escuela como forma acabada, sino pensar formas de vinculación que permitan pensar estos tiempos”. Creo que el rol docente debe adaptarse a estas nuevas experiencias, que es algo gradual, y que no todos están dispuestos a realizarlo. Cuando menciona al comienzo del texto el rol del directivo o docente, me remonta a una anécdota de la docente y escritora Herminia C. Brumana. En sus recorridos por las escuelas la escritura fue el instrumento para expresar las desigualdades sociales que atravesaban las paredes de la institución escolar en las décadas de 1920 y 1930. Sus relatos expresan una sensibilidad diferente para observar a los niños y por ello, sus intervenciones se alejaban de las prescripciones comunes.
    Un escrito, publicado en 1929, es una muestra de ello: “Es sucio, es desgreñado. La mamá trabaja fuera del hogar y no le queda tiempo para el hijo éste, que casi siempre está en la calle. Desatento en clase, no aprende nada. […] Entonces cuando voy a reprenderlo pienso con angustia: – ¿habrá comido hoy? […] En casa no le miran los deberes, ni se preocupan que pase de grado. […] Hace unos días que este alumno me trae los deberes. Unos deberes desprolijos en unas hojitas ajadas, con agujeros a fuerza de borrar con el dedo o con la punta del pañuelo. Y para mí, estos deberes son los mejores, los más hermosos que me presentan…”
    Son breves relatos de situaciones de aula que develan una infancia poco percibida pero latente en las escuelas.
    En sus escritos estuvo la preocupación sobre la maestra sin vocación que sólo trabaja por el salario y a quien Herminia llamó la “enseñadora a sueldo”. Sostuvo Herminia que: “…viven las maestras al margen de toda preocupación social, impermeables a toda inquietud […] Les ha bastado pasar por la escuela normal y salir con su diploma bajo el brazo, para sentirse dueñas y señoras de su misión. La maestra argentina vive aún en la creencia que a ella sólo le incumbe enseñar a leer, a escribir y a hacer cuentas…”

  41. Ornella Aulicino

    Un texto muy interesante, me llevó a reflexionar, repensar la “escuela” y mi labor como docente. La situación actual nos obligó a movernos de lugar, a deconstruir. Es un largo camino el que debemos transitar y este texto abrió las puertas.

  42. VIVIANA

    Nos toco protagonizar un tiempo complejo, difícil, incierto , etc, etc. Pero que sin dudas, logro detenernos por unos instantes a pensar como haríamos para construir escuela. Interrumpimos la matrix, para volvernos artesanos, creadores en otros modos de hacer presente la escuela.

  43. Viviana Camacho.

    Muy interesante la propuesta de la clase. Como han mencionado los colegas nos invita a pensar este tiempo en el que nos volvemos a mirar tanto en lo cotidiano de la vida diaria familiar social como en nuestras practicas profesionales. Corporeidades incompletas, conversaciones sin concluir, trabajos que fueron cambiando al igual que los sujetos con esos nuevos modos de encontrarnos.
    Seguimos entonces, gracias.
    Saludos

  44. GLORIA ELINA GUEVARA

    Es un texto muy enriquecedor, indudablemente genera muchos interrogantes que cuestionan mi posición como docente. Sin lugar a dudas de a poco vamos repensando, analizando y re significando el sentido de la educación y de nuestras practicas educativas.

  45. Norma Itatì Romero

    Texto que nos llama al reconocimiento del estudiante que tenemos enfrente, de su entorno, fuera y dentro de una Institución Educativa y del como , en ocasiones , esta Institución Educativa, no logra ver al estudiante y su mundo por priorizar una Escuela creada por adultos, en los que nos peleamos por quien presenta mejor carpeta de planificación y que estudiante tiene la carpeta completa. Serà que creemos que la carpeta¿ lo acompañarà toda la vida? Que lindo este antes y despues del covid en las escuelas, considero que la naturaleza nos impuso un cambio… porque nosotros no nos extinguimos por … POR ESTAR PLANIFICANDO… la pandemia nos puso frente a nuestras debilidades y fortalezas. Seamos fortaleza.

  46. Carolina Bozzani

    Este texto interpela la mirada en la que fuimos formados y que tenemos sobre el aprendizaje y la enseñanza, cuando el mundo, la sociedad, la escuela y los mismos estudiantes piden a gritos un cambio urgente. Tenemos y debemos innovar, crear, animarnos a lo desconocido, a dejar gradualmente las costumbres y diseñar un futuro mejor para el sistema educativo. Pensar y repensar la tarea docente, animarnos a dar el salto.

  47. Verónica Elizabeth Garrott

    El texto nos invita a mirar nuestra tarea docente, y a plantearnos interrogantes desde dónde nos miramos cómo que clase de docente somos, y cómo nos interpela la práctica diaria, también nos hace pensar sobre situaciones cotidianas que por la normalidad y la naturalización de algunas cosas no las vemos y hoy en este texto salen cómo una nueva forma de mirar de observar esa escuela y sus particularidades…

  48. Luciana Mazzola

    Es muy interesante el texto para poder replantearnos dónde está puesta nuestra mirada y los objetivos que nos planteamos con la formación de nuestros alumnos a través de las prácticas que proponemos, pero también la necesidad imperiosa que tenemos de comprender y trabajar en una sociedad que va cambiando permanentemente y que sin duda, nos sitúa en un lugar donde estamos expuestos y vulnerables. Además, el texto nos hace reflexionar en qué cosas miramos, a qué situaciones le damos más importancia, qué es lo urgente y por qué, cómo trabajamos sobre ello sin dejar de desatender lo que también es importante.
    La pandemia nos hizo tambalear, de un día para otro, las aulas se transformaron en pequeños dispositivos y tuvimos que salir a las pistas con lo que teníamos. Sin duda, abandonamos una posición de “confort” y tuvimos que reinventarnos permanentemente.
    Hay que reflexionar y analizar para poder hacer un cambio y comprender el lugar del otro, sus necesidades que sin duda no son las mismas que hace un tiempo. Un gran desafío.

  49. María Juliana Delle Donne

    Excelente texto para leerlo detenidamente y poder reflexionar.
    Pienso muchas cosas pero sobre todo es concepto principal de interrumpir lo dado; salir de la rutina obligadamente, alejarnos para meternos nuevamente con otro paradigma. Mas allá de que seamos consientes y lo veamos… ¿estamos dispuestos, preparados para asumir y realizar todos los cambios que propuso el suceso que irrumpió?

  50. Lorena Vallones

    Despues de realizar la lectura, pensaba en cuánto hemos perdido el tiempo por así decir, antes de la pandemia, para poder darnos cuenta de que la educación es un elemento fundante del ser humano , que hay qeu romper con lo dado y volver a pensar en que hay múltiples formas de habitar este mundo. A veces nos introduce a él una familia en primer término y luego un aula con un docente y su rol, pero ahora aparecen a la luz todos los actores, contextos y modos de aprender. Estamos frente al enorme desafío de llevar adelante una tarea comoleja por naturaleza y ahora aún más enrarecida de la que pensábamos y eso sin duda, es NUESTRA MEJOR RIQUEZA.

  51. veronica collazo

    Como me dejo pensando esto de salir del automatismo….como nuestras practicas en el ámbito laboral muchas veces son automatizadas y estáticas. Pero no solo en lo laboral, la vida misma muchas veces la recorremos en forma automática…
    Que bueno pensar en que todo es movimiento y ese movimiento hace que nos vayamos acomodan/ transitando los cambios….Pudiendo repensar nuestras practicas en forma permanente y siempre aprender…

  52. YANINA VERBAUVEDE

    Comentarios? solo celebrar la maravillosa manera de ser curioso en el mundo de la arbitrariedad!
    Para muchos seguramente un texto de alto vuelo, pero es justamente necesario y urgente volar, para poder repensar y desnaturalizar la gestión. INTERRUMPIR el silencio oprimido, el orden naturalizado, normalizado, para ACTUAR, para aprender a dudar… ACTUAR y seguir inquietos, dudosos… vivos

  53. Yael Funes

    Leer en primera voz a Silvia Duschatzky, en esta clase que lleva por título “Pedagogía de la Interrupción” me abre el pensamiento en desaprender lo que hemos aprendido; quitarme el corset que nos coloca en un lugar de docentes evaluadores, calificadores,del que impone normas, disciplinas, del que todo lo sabe.Sin dejarnos ver en si al estudiante, comprender eso de la “dialoguisidad” como pasaje no tan solo de transmisión de un conocimeinto sino para desanudar y entramarnos con la alteridad de nuestra escuela. Me prgunto: ¿ Será que hoy se impone una nueva pedagogía de la escucha para luego de comprender al sujeto del aprendizaje porponer las Prácticas de la enseñanza? ¿ qué diría Freire o Cosettini de esto?. Puedo agregar que la interrupción no quiere decir abandono.
    Los sigo leyendo.

  54. Lucas Sebastián Genise

    Saltarse de lugar es para mi una aventura valiente que por antonomasia debe el trabajador en educación saber que exite. Lejos de un comportamiento anquilosado y con aromas a naftalina, de sostenerse la vanguardia altruistra ante los problemas que no se supieron resolver con fórmulas de retrasadas en, como mínimo 10 años. Nodie es dueño del saber, pero si puede ver en su pasado y formular hipótesis sobre lo nuevo, pero siempre desde el presente imediato, sin dejar de atender una posición concientemente tomada.

  55. Yael Funes

    Esta clase que lleva por título “Pedagogía de la Interrupción” me abre el pensamiento en desaprender lo que hemos aprendido; quitarme el corset que nos coloca en un lugar de docentes evaluadores, calificadores,del que impone normas, disciplinas, del que todo lo sabe.Sin dejarnos ver en si al estudiante, y comprender eso de la “dialogicidad” como pasaje no tan solo de transmisión de un conocimiento sino para desanudar y entramarnos con la alteridad de nuestra escuela. Me pregunto: ¿ Será que hoy se impone una nueva pedagogía de la escucha para luego de comprender al sujeto del aprendizaje proponer las Prácticas de la enseñanza? ¿ qué diría Freire o Cosettini de esto?. Puedo agregar que la interrupción no quiere decir abandono sino mirarse, pensarse, en singular y como colectivo como sociedad.

    Los sigo leyendo.

  56. Yael Funes

    Esta clase que lleva por título “Pedagogía de la Interrupción” me abre el pensamiento en desaprender lo que hemos aprendido; quitarme el corset que nos coloca en un lugar de docentes evaluadores, calificadores,del que impone normas, disciplinas, del que todo lo sabe. Es necesario correrse de ese lugar para ver en si al estudiante, y comprender eso de la “dialogicidad” ( Freire) como pasaje no tan solo de transmisión de un conocimiento sino para desanudar y entramarnos con la alteridad de nuestra escuela. Me pregunto: ¿ Será que hoy se impone una nueva pedagogía de la escucha para luego de comprender al sujeto del aprendizaje proponer las Prácticas de la enseñanza? ¿ qué diría Freire o Cosettini de esto?. Puedo agregar que la interrupción no quiere decir abandono.

    Los sigo leyendo.

  57. MARIA SILVINA BUYATTI

    Buenos días! Este es uno de los textos que me permite pensar que la aparición de la pandemia fue “algo positivo” para nuestras prácticas educativas, ya que nos des-automatizó nos hizo irrumpir en nuevos escenarios (como el de la tecnología, por ejemplo), en otros tiempos (durante el ratito que teníamos disponible) que no eran la hora cátedra,
    tener/conocer otra perspectiva de nuestros alumnos (conocer su ámbito familiar como ellos el nuestro desde el cual nos conectábamos).Viéndolo así, después de dos años y analizándolo desde esta mirada, considero que estuvo interesante que nos interrumpieran la rutina, nos muevan de nuestros espacios conocidos y cómodos, ya sea para despabilarnos de lo establecido o como para reinventarnos en nuestro rol.
    María Silvina Buyatti

  58. Anna Maldonado

    Indudablemente, es un texto que hace “ruido”, que permite reflexionar en las prácticas diarias de los ambientes en los cuales ejercemos, retrotraer los momentos de opresión en pandemia, opresión en el sentido en que, el contacto y los gestos no estaban al alcance de la vista; los espacios naturalizados del aprendizaje pasaron a ser otros, disponibles por estudiantes y docentes, recursos nuevos y variados a los cuales, no todos tenían acceso, pero que se solucionaban. Somos seres de costumbre, por lo que volver a una nueva normalidad evidentemente, debe ir acompañada de una sacudida y un cambio, repensar que estamos abiertos al fracaso, como decía Beckett… “aprender a fracasar cada vez mejor”, a probar diversas y variadas estrategias sin sentirme frustrado, a ser mi propio crítico, abierto a nuevas experiencias.
    Muchas gracias!!

  59. María

    Dice Silvia: año 2020, algo saltó afuera. Saltó la normalidad a la que estábamos acostumbrados, saltaron afuera todas nuestras estructuras. Años de concebir a la educación de una manera determinada, única. Y eso asusta. Salir de nuestro espacio de confort, desde donde teníamos todo controlado generó un desequilibrio que todavía no hemos podido controlar. Y digo esto, pensando en el discurso de algunos docentes que se escandalizan porque sus alumnos deciden tomar la clase desde la cama, qué atrevimiento! O aquellos que se compadecen porque algún alumno debe acercarse a una plaza para poder tener wifi y poder escuchar al docente; o el que se queja porque con un solo teléfono en la familia es imposible sostener la continuidad pedagógica. Ese “desacomodamiento”, como dice la autora hizo también que algunos maestros, profesores nos sorprendan con su capacidad de ingenio; como el docente que aprovechó la radio del pueblo para transmitir sus clases y asegurarse de esta manera que llegaría a todos. Son estos “saltos” los que nos empujaron a probar nuevas estrategias, a animarnos tímidamente al principio, un poquito más seguros después, a reinventar nuestras clases y reinventarnos nosotros. Ya no nos escandaliza que la hija del docente entre al cuadro del zoom para pedir algo para comer, o cuando hay que hacer una pausa para acallar al perro o atender a quien en ese momento golpea las manos de la puerta de casa. Todo se vive con más naturalidad, como parte de la vida, fuera de ese santuario llamado escuela en donde nada de esto sucede.
    La autora habla de la capacidad de operar como “virus” que inocula el “gérmen” necesario a la plasticidad de las percepciones. De esta manera, en esas nuevas conexiones neuronales lograríamos nuevos aprendizajes o nuevas formas de enseñar y aprender. Nuevas formas de relacionarnos con el otro. Una pedagogía de la interrupción entiendo, es poder entender que no existe una sola manera, que constantemente nos debemos interpelar nuevas formas para llegar, no atarnos a lo ya establecido y la pandemia, nos hizo precisamente esto, nos interpeló a buscar nuevos caminos, métodos que antes nos parecían impensables. Ojalá esta pandemia tan terrible que nos atravesó a todos de diferentes maneras nos deje enseñanzas positivas en cuanto a lo planteado en el texto. Tratemos de quedarnos con lo bueno que aprendimos a descubrir. Me pareció muy interesante la lectura. Los sigo leyendo. María.

  60. Marta Elena Musa

    A través de la lectura del texto, me hace reflexionar sobre lo que siempre se quiso y nunca se materializó, la de derribar los muros y barreras interpuestas desde hace mucho tiempo, estos obstáculos que no dejan desarrollar con imaginación estrategias nuevas de enseñanza. Lo estructurado siempre ha ganado hasta ahora, hay que ser nuevos pensantes y atrevernos a ir más allá. Los acontecimientos recientes que azotaron al mundo entero, nos hizo ver que existen otras alternativas de escuela o de enseñar-aprender.
    Debemos atrevernos a ver más allá de los muros, explorar en la inmensidad de las posibilidades y a atrevernos a ser nuevos educandos, con nuevos horizontes.
    Debemos innovar para avanzar, atrevernos a más y buscar en lo cotidiano nuevas estrategias de enseñanza. Que no todo es un pupitre, un cuaderno, un aula dentro de una estructura mayor llamada escuela y que existen innumerables maneras de llegar a los alumnos, y todo eso se puede con solo atrevernos.-

  61. Eduardo

    Me gustó la significación de la expresión algo “salto afuera”, referenciando el recorrido de la lectura. El texto me situó en un campo de lo que parece tangible pero a la vez volátil. En este sentido la trama y el trazado de las temporalidades me despiertan los interrogantes, manteniéndome atento y atónito.
    Pienso que el plateo “pedagogía de la interrupción” fluctúa en el contexto como una propuesta superadora y generadora… se traspola y descubre nuevas formas.

  62. Gloriannys Báez Rodríguez

    En la descripción de la lectura nos especificaron que, aunque escrito durante la pandemia, no es un texto que se refiere solo a este contexto. Al leerlo, estoy en total acuerdo en que la disrupción es pertinente a todos los espacios de trabajo. Los seres humanos somos seres de rutina y esperamos que todo lo que ha funcionado en el pasado. En la labor pedagógica, la acción de la enseñanza se resiste a cambiar a pesar del contexto. Enseñamos con el mismo proceso y las mismas expectativas en todos los países del mundo.

    Sin embargo, la pedagogía debe estar adaptada al contexto, a los cambios y a las interrupciones que se dará al proceso como producto de guerras, pandemias, disturbios políticos, la falta de textos educativos, entre tantas otras interrupciones. La pedagogía de la interrupción es necesaria para adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje a todo lo que se nos venga.

  63. Rosana Amaya

    Muy interesante el material propuesto, requiere un tiempo de lectura y concentración para seguir la idea. A medida que avanzaba iba imaginando algunos emergentes que ocurren en el aula, pensando qué situaciones irrumpen, desacomodan, nos sugieren movimientos diferentes a los acostumbrados. Me quedo con la frase: “…el arte de prestar atención a lo que con-viene a la vida”. Gracias

  64. Paola Marco

    Muy interesante el texto. La lectura nos lleva a repensar el constante movimiento que vive nuestra escuela. Aquellos imprevistos que surgieron en la cotidianidad, que nos tocó vivir dentro del ámbito educativo. Un barco lleno de cambios al que todos nos tuvimos que subir con diferentes realidades encontradas. Un viaje que nos trajo un desequilibrio en el cual continuamos trabajando para acomodarnos en una realidad diferente a los tiempos anteriores a la pandemia, a los nuevos desafíos y horizontes que se nos presentaron.

  65. Gisela Rodríguez

    Muy interesante el texto y también, la lectura que cada uno hace sobre él.
    La pandemia si bien, fue vivir un tiempo terrible de angustia e incertidumbre nos enseño mucho a todos. Se convirtió en suceso histórico que nos marcó como sociedad y nos obligó a encontrar una nueva manera de vivir y de llevar la escuela a casa.
    Pedagogía de la interrupción…para pensar qué hacemos y cómo lo hacemos, para volver a empezar, para ser más tolerantes, quizás más creativos, para aprender a escuchar, o ser más flexibles; perdiendo el miedo a los cambios y adaptándonos a ellos.

  66. Desiree Nuñez

    Un texto muy interesante que hace repensar lo pedagógico, mirar nuestro interior, revisitar nuestra tarea, salirnos de las estructuras. Pensar la enseñanza desde otro enfoque.

  67. María

    Muy interesante el texto y bello. Pensaba en un aula, niños y niñas, con sus docentes. Un timbre que suena para salir al recreo, cambiar de hora, alguien entra por algún tema administrativo, tal vez un niño/a se siente mal, no se entiende y hay que volver a explicar, alguien llora, se retira del colegio algún niño antes del horario de salida, entre tantas interrupciones habituales y normalizadas….Sin embargo la pandemia “legalizó una extensa interrupción colectiva” cargada de incertidumbres que cerró algunas puertas (las edilicias) y abrió otras miradas sobre “Cómo se enseña”, “Cómo se aprende”, “Dónde” y “Herramientas a utilizar” entre otras. Rescatando lo que cada uno sintió y de que forma lo transitó.

  68. natalia

    Las crisis sin dudas generan aprendizajes, tal vez todo esto vino en el momento justo donde ya lo establecido tenía olor a rancio, las fórmulas matemáticas no respondían al interés o necesidad de la actualidad y el deseo de deconstrucción era inminente. Este “salto afuera de los automatismos” era necesario. Ya está planteado el ritmo, ahora nos resta aprender a bailar.

  69. Azzi javier

    Un texto súper enriquecedor , que nos deslumbra la transformación constante que va sufriendo la escuela y sus prácticas. Después de atravesar el Tiempo inédito de pandemia todos los actores que intervenimos en el sistema educativo nos vimos en la necesidad de reconstruir nuestras prácticas de enseñanza.

  70. Rodrigo Veiga

    Hermoso texto, no hago más que sumarme a las palabras de mis colegas. La escuela, nuestra escuela, atraviesa cambios constantes y nos tiene a nosotros mismos como protagonistas (muchas veces sin tomar real conciencia de lo que eso significa). Como en todo periodo de crisis y de cambios, surgen resistencias. Lo más importante, creo, es que nos obligan a repensar y replantearnos permanentemente lo que hacemos, a resignificar nuestra práctica.

  71. Vanesa

    Sin duda , el texto nos da una mirada pandemics desde otro espectro , posibilitando hacer escuela en otros contextos , dónde no encontramos aulas, profesores, alumnos sentados frente a frente. Las inflexiones que acuden lo habitual han provocado olvidó.Debemos asumir a una problematización inconclusa.

  72. Estefania Galletti

    El texto es muy interesante, ya que en la pandemia salimos de la sala/aula, nuestra zona de confort. Para ponernos en una pantalla y buscar la manera de construir conocimientos con los estudiantes.
    Nos fuimos superando en la creatividad, a medida que iba pasando el tiempo.
    Son estos los saltos que nos empujaron a probar nuevas estrategias.
    Saludos.

  73. Maria Lanosa

    El texto nos interpela a todxs aquellxs que estamos en el campo educativo. Más allá de que se sitúa dentro del contexto de lo que la pandemia vislumbro, tanto las brechas sociales, la necesidad de poseer algo que pertenezca a ese lugar que en algún momento supo contener y acobijar a nuestros niños. niñas y adolescentes. Sentir que algo de la escuela le pertenecía y que en ese momento de tanta incertidumbre y desolación, lejos del aula, la seño, lxs amigos, el recreo tener algo de “su escuela” daba la sensación de una seguridad que muchxs necesitaban volver a tener, pero no sabian ponerlo en palabras. La continuidad pedagógica en medio del desconcierto, la soledad, la no conectividad… intento poder mantenerse de la manera que fuere por parte de varixs docentes que pusieron todo. Desde cartas a lxs alumnxs, hasta ir a sus casas para saber que se encontraban bien. Fue un contrato de mutuo acuerdo entre alumnxs y docentes, donde lo que primordiaba era este sostener esta continuidad pedagógica. Saber que la escuela aún estaba ahí. Ya sea para buscar un bolsón de comida, o para buscar los materiales escolares que desde el Estado se les proporcionaba. Creo que todxs pudimos visibilizar que más allá de todo LA ESCUELA ES EL LUGAR DONDE PODEMOS ACOBIJAR, CONTENER Y ESCUCHAR LAS NECESIDADES DE NUESTROS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES, más allá de los contenidos escolares.

  74. Rodrigo

    Interesante analizar a través de este trabajo los vaivenes que atravesamos en la escuela y lo importante que es el proceso de transformación que estamos viviendo.

  75. Belén Rivarola

    Mientras leía el texto pensaba en las veces que en el profesorado nos transmitían la transformación que fue sufriendo la educación; aquellos/as pedagogos/as que revolucionariamente intentaban demostrar que debíamos desaprender la forma tradicional de enseñar. Pero a medida que pasó el tiempo también comprendí que no coincidía con la realidad, porque lo que en la teoría se decía no era llevado a la práctica, si no que recaía en clases sistemáticas.
    Supongo que es más fácil reproducir lo que ya se conoce, porque lo nuevo nos invita a esforzarnos un poco más, a poner la mirada en aquello que no se pude ver a simple vista.
    Creo que la pandemia trajo como consecuencia no solamente adecuarnos a una pantalla , sino que también a jugar con nuestra creatividad a la hora de de enseñar.

  76. Marina Hermann

    Interesante texto para pensar y pensarnos…para desarticular automatismos, para pensarnos inacabados y en búsqueda. La vuelta a la escuela nos encuentra desarmados de acción, nos ha dejado perplejos. Quizá este mirarnos pueda ser un buen comienzo…

  77. María Verónica Ricoy

    Buenas Tardes, genial el texto y me hizo pensar en ese ” saltar afuera” , donde nos posiciona en un repensar escolar, con una transformación desde todas las miradas, haciendo que reconstruyamos prácticas , escuchemos posibilidades , investiguemos estrategias para transcurrir estos tiempos que no son aquellos que conocíamos. Se generó un ritmo distinto solo que debemos aprender en que consiste y como se baila.

  78. Marcela

    Después de leer el texto Pedagogía de la interrupción, me pareció muy interesante vemos que la escuela va cambiando constantemente y mas en este tiempo pos-pandémico en donde el docente esta frente a aulas heterogéneas y debe buscar distintas alternativas para llegar al alumno, como dice el texto “… Si lo alternativo no implica mas que un nuevo ideal de vida, eso que se plantea como transformación se trampea al cerrarse a sus mutaciones imprevistas.” hay que rever nuestras prácticas pedagógicas y de enseñanza.

  79. Martín Arévalo

    Celebro el texto que se compartió, en mí interior han hecho eco muchas de las preguntas, reflexiones e invitaciones a la reconstrucción que se han propuesto.
    Comparto ampliamente que nuestro ser-hacer educativo debe estar en constante reflexión y diálogo con nuestra realidad, realidad que nos desafía, que muchas veces experimenta cambios con un ritmo más ágil al que hemos podido acompañar. Muchas veces este proceso de adaptación se ha visto enlentecido por la rigurosidad de ciertas estructuras, que responden a un profundo arraigo a la seguridad, la comodidad y la “certidumbre”. Pero esta no apertura al cambio acaba teniendo como fruto la permanencia de las estructuras superfluas y la pérdida del objetivo y propósito que en su momento habían dado origen a esa estructura.

    Recuerdo que una vez leí un artículo que hacía referencia a los fósiles más antiguos encontrados en América Latina, estos se encontraban totalmente petrificados y debido a esto, habían conservado la forma del exoesqueleto de lo que una vez fue un ser vivo, a pesar de la resistencia y capacidad que presentó este exoesqueleto para mantenerse prácticamente intacto durante tanto tiempo, ya han transcurrido millones de años desde que esas especies se han extinto. Sin embargo existen hoy en día otras especies de animales que fueron contemporáneos a éstos fósiles, que en lugar de mantener una estructura osea rígida externa han “optado” por una estructura interna, que les ha permitido adaptarse con mayor facilidad a los cambios que le han sobrevenido.
    Considero que el compromiso con el cambio, la reconfiguración, la transformación, la adaptación, la resignificación, el “pensar fuera”, en varios aspectos de nuestra vida y en la educación en particular, se tornan necesidades si lo que se pretende es conservar lo profundo, lo que da significado, propósito y virtud; de lo contrario sólo se estaría velando por mantener la forma, la estructura, el “corset”, y sacrificando “la vida” y la asertividad de la educación.

    Celebro también que esta posición sea tan compartida por la amplia mayoría de los profesionales de la educación con los que me he encontrado, interpreto esto como las primeras manifestaciones de una genuina búsqueda por un nuevo “ser y hacer educación”.

  80. Martín Arévalo

    Celebro que se haya seleccionado este texto, múltiples reflexiones, interrogantes e invitaciones que se proponen en el texto han hecho eco en mí. Comparto plenamente la necesidad de que nuestro ser-hacer educación se encuentre en una relación dinámica, constante y continúa con nuestra realidad llevándonos a contrastar los supuestos con la complejidad de una realidad que desborda cualquier teorización y nos implica.

    Este texto me recuerda a un artículo que leí en una ocasión y que hacía referencia a antigüos fósiles encontrados en América Latina, éstos fósiles se encontraban en excelente estado y habían logrado plasmar con mucho detalle el exoesqueleto de criaturas que habían pisado nuestro territorio algunos millones de años atrás. A pesar de la resistencia que presentaban estas estructuras óseas y la capacidad que habían manifestados los monolitos para resistir el paso del tiempo, las criaturas que una vez fueron protegidas por esos exoesqueletos ya se habían extinguido hace milenios. Sin embargo, existen, hoy en día, otras especies de animales contemporáneos a los fósiles hallados que han “optado” por una estructura osea interna, que si bien puede dar una impresión de mayor fragilidad, le han permitido a la especie una adaptación mucho más asertiva.

    Considero que este principio puede aplicarse a varios aspectos de nuestra vida, y de la educación que es el tema que nos convoca, y nos encontramos frente a la compleja tarea de equilibrar la estructura, el formalismo, la organización con el arte de la vida, la flexibilidad, la adaptación, el cambio, la resignificación, la transformación, que le permitirán a nuestro ser-hacer educación mantenerse asertivo en su propósito, principio y virtud.

    Creo que sin duda estos últimos años nos han invitado, por no decir forzado, a reflexionar sobre acciones y supuestos que habían definido hasta el día de hoy nuestra percepción de educación. Interpreto a este momento histórico como una oportunidad para la transición desde estructuras rígidas que nos limitaban a una mirada más profunda, dinámica y realista sobre qué entendemos por educar.

  81. Horacio Saiquita

    Excelente texto!! Muy real y conmovedor cada relato. Dos situaciones muy divergentes, la presencialidad y la virtualidad. Una totalmente rígida y estructurada, y otra contrapuesta, dónde no existe el vínculo pedagógico docente – estudiante, totalmente subjetivo, ilusorio e irracional por dónde se lo mire. Cuanto nos ah marcado ésta pandemia, sobre todo a nuestros estudiantes. Hoy es moneda corriente en nuestros debates, en jornadas institucionales, dónde volvemos permanentemente nuestras miradas sobre nuestras prácticas docentes.

  82. María Noel Machín

    Un texto sumamente interesante.
    Nos hace repensarnos, reestructurar nos y re inventarnos como docentes. Abrir nuevos caminos de trabajo y encuentro y en ese encuentro producir intercambios favorables. Nos abre los ojos hacia otros camino, otras puertas para lograr generar nuevas estrategias.

  83. Manu

    Interesante texto.
    Desde la perspectiva que algo salto fuera, nos intercepta el pensamiento de la ruptura. Construir a partir de ella. Salir del espacio de contención e ir a buscar las necesidades de la realidad social, apuntando sobre las resonancias de lo emergente.

  84. Agostina Mussano

    Silvina siempre punzante, pensante y cuestionadora…
    “Temporalidades en tanto experiencias de un tiempo “para nada”, desprovisto de finalidades no así de consistencias; territorios como el trazado de circunstancias concretas devenidas de la singularidad de problemas; afectividades como la gestación de lazos deseantes y no meramente funcionales.” Con eso me quedo, las pedagpgias interrumpidas no fueron más que una invitación a cuestionar nuestras practicas y nuestros vinculos pedagogicos con les estudiantes. La pandemia pudo haber sido catastrfoica en muchos aspectos, pero desafiante e impulsadora de nuevas formas, de nuevos pensares y sentire…
    Lo celebro!

  85. Luciana

    Buenos días, excelente material de lectura que personalmente me lleva a reflexionar mis practicas en el aula, continuar trabajando todos aquellos aspectos que la pandemia nos puso en jaque y los teníamos asumidos como único modo y verdad.

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