Ver en lo roto

La calle – nunca impia – aloja erosionadas pegatinas, restos gráficos. La operación Rodrigo Noya transita la calle mirando en esos requechos de papel basura desvencijado una nueva re-configuración visual, la cuadratura de su cámara le permite ver en lo roto un plus de realidad. Rodrigo suele andar en bicicleta por la ciudad, y ese andar se vuelve en él búsqueda e investigación (poética, formal, colorimétrica y texturil). Quizás el trabajo comenzó inocente: sacar fotos sin destino aparente, por mero gusto o intuición, donde sola la insistencia persiste y la vuelve serie y laburo contundente. Las imágenes collage conversan con escritos mediáticos que parlan derivas impensadas en la escuela, contra evidente investigan las grietas de lo existente, extrayendo nuevos premisas, formulando nuevas hipótesis. Mirar y escribir estrábico nos permiten encontrar destellos de fuego en el mero hollín. 

Carolina Nicora

Sobre la serie #collage #no, fotografías de Rodrigo Noya.

Con los deshechos de la gráfica, con su erosión callejera, este conjunto de imágenes puede metaforizar algo de la escuela: su estado a la vez desvencijado y potente. Cuerpos superpuestos, en tensión, amontonados, realidades desconcertantes que pueden dar lugar a entendimientos y figuras nuevas, nacientes, vitales, en un gesto que insiste en mirar con inocencia lo que hay, un presente radical que se investiga con insistencia. Por otra parte, la publicidad siempre simular estar sola: cada publicidad ofrece un nirvana de plenitud feliz donde no hay ni es necesario nada alrededor. Esta simulación de soledad es la primordial falacia publicitaria: negar su dato central, que es que viene después y antes de otra publicidad. La calle, el roce y los choques de lo real, la refutan, señalan que “el rey está desnudo”… Y así queda: una convivencia de requejos de sonrisas brillantes y pieles tersas, que acaso inspire alguna risilla real entre quienes observamos la serie: una risa ante la ruina de la felicidad impostada, ante el destino crudo de todo modelo estandarizado.

Agustín J. Valle

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