“Esto se contagia muy rápido”

La distancia, la justa distancia de una relación, ¿cómo se construye? En la escuela secundaria ETICA, fundada por el Movimiento Giros de Rosario, se perciben relaciones de proximidad, cercanía, incluso de indistinción. Profes y estudiantes se juntan en el recreo, salen del salón y siguen charlando entre ellos, también aprovechan para juntarse con los otros profes y los otros chicos de los otros cursos, algunos se hacen un mate cocido en la cocina, otros organizan un futuro asado, otros se quedan en el salón terminando algún ejercicio, otros salen de la escuela para ir a comprar galletitas, otros juegan con los hijos de otros que andan circulando por allí. Las distintas situaciones forman parte de un continuum del tiempo-escuela, porque en el recreo, en la clase, en la entrada o la salida, los lazos no están segmentados, son momentos e instancias de una misma relación.

IM: Lo primero que se percibe es la onda que hay en la escuela, que hay relaciones entre los profesores y estudiantes que en principio no son habituales. ¿Cómo lo ven ustedes? ¿Lo sienten así? ¿Hacen algo para que eso ocurra u ocurre porque sí?

Maite Santa Cruz (docente): Sí, nosotros lo vemos así, también porque lo generamos en cierta manera. Los estudiantes también lo ven así porque ellos nos dicen que en la escuela se sienten como en su casa, como en una familia, eso es lo primero que se dijo de la escuela y eso nos hace sentir muy cómodos también. Yo creo que esto surge porque tratamos de preguntar, de ver qué les pasa, de acercarnos, si ellos no se acercan ir nosotros y eso demuestra cierto interés y se presta a que te cuenten otras cosas y que se genere otro tipo de relación. No es de amigos, pero… no sé qué nombre ponerle, es de compañeros. Por eso no está ese rol del profe y del estudiante tan marcado, es de compañeros la relación1.

Gabriela Alacid (docente): Nosotros entendemos que no hay lugares más altos que otros sino, funciones distintas. Y en ese sentido, eso tan verídico se contagia rápidamente. Ni siquiera uno se lo plantea explícitamente, pero se lo vive en lo cotidiano, de hecho sucede que aquellas personas que no logran sentirse pares por más esfuerzo que hagan a la larga se alejan del proyecto, nos ha pasado con profes y también con estudiantes.

IM: Es curioso, una escuela que no tiene director, pero tampoco tiene porteros…

Gabi: Hay una respuesta más teórica y una respuesta más práctica. Supuestamente la asamblea acomodaría roles, comisiones, un trabajo rotativo. Después en la práctica sucede que se genera más espontáneamente: un grupo hace algo por disponibilidad horaria o porque ve algo que le molesta, como por ejemplo una profe que a veces agarra el baño y lo limpia todo porque a ella le molesta algo que nosotros ni vemos, entonces se da que hay un grupo que intenta mantener el orden y la limpieza. Somos tres que estamos más cotidianamente junto con otros tres compañeros más, que intentamos detectar las actividades que hay que hacer y ver quién lo puede hacer. Después eso también se contagia, un grupo de estudiantes de segundo dice ‘che ayer limpiamos nosotros ahora les toca a ustedes’, y así. Digo limpiar como el ejemplo más clásico, después el resto funciona como cualquier colectivo. Vamos probando metodologías para ordenarnos. Este año cuando arrancó éramos ciento cincuenta personas entre estudiantes y docentes dando vueltas por la escuela, se necesitaba cierta organización. Todavía nos falta encontrar y ser creativos en esa organización, nosotros siempre decimos inventar o errar.

“El territorio necesitaba una secundaria. No es la escuela porque aprender te libera sino porque necesitás un título para tener un trabajo más digno o poder estudiar alguna otra carrera también y eso hay que respetarlo.”

Con lo que no funciona, hay que inventar otra cosa. La horizontalidad es algo que se va construyendo, en ese proceso de conformar la horizontalidad es delegar algunas actividades. A los profes les decimos qué de tiempo podés ofrecer, y en los estudiantes lo mismo, hay estudiantes que llegan antes y limpian así como otros se quedan un rato más. Por ejemplo ahora, en este momento, quienes abrieron la escuela son estudiantes, y hasta que vayamos nosotros van a estar ellos siendo responsables de la escuela [la entrevista es en Distrito VII, el bar del Movimiento Giros].

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¿Qué operaciones fortalecen esta distancia mínima de una relación? Es una escuela sin directores, sin porteros, sin preceptores. Pareciera simplificarse todo tipo de mediación. Hay “libretas” que registran la evaluación docente de los chicos, pero también auto evaluación de los alumnos y una devolución suya sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje; un proceso de transmisión donde prevalece la experiencia.

Esta escuela-experiencia surge de una necesidad. Un conjunto de situaciones forzaron a sus gestores a pensar salidas posibles. Es decir que no surge en busca de una alternativa a un tipo de escuela (pública, estatal o privada), sino de la decantación de una práctica social, una respuesta a poblemas concretos. Como tal, es un punto entre otros que forman la trama de un movimiento político en una ciudad.

La escuela surge -junto con un tambo y una radio en el mismo barrio Alberdi- como una forma de ocupar un territorio ganado. Hasta el día de hoy es una escuela sin títulos. No hay una garantía de que los títulos de finalización de estudios se consigan; todavía están disputando los de la primera cohorte2Al momento de publicar esta nota, el Ministerio de Educación santafecino estaba entregando los primeros títulos de secundarios a egresados de ETICA, pero recibidos como alumnos libres de otra escuela vecina; también les reconocen regularidad y por tanto pueden acceder a planes sociales como PROGRESAR. Es decir que no se reconoce oficialmente a la escuela, pero sí fácticamente.. Sin embargo, cada año se anotan entre veinte y treinta jóvenes, la matrícula crece cada año, y no hay deserción (¿en cuántas escuelas no hay deserción?). Incluso hacia mediados de año ingresaron un par de jóvenes en primer año, que aún advirtiéndoles que era tarde para comenzar el año y darlo al final por hecho, quisieron quedarse igual. Una escuela que produce ganas de estar.

 

IM: ¿Cómo llegan y cómo se suman los pibes?

Gabi: El día que un pibe llega, que vino a inscribirse, ya se relacionó con nosotros de una determinada manera: nosotros estamos tomando mate, se quedó sentado, se puso a charlar. Y después, el primer día de clase, llegó a una gran asamblea donde estamos todos los profes donde están los otros estudiantes, donde ve que los otros estudiantes levantan la mano y pueden decir lo que se les canta y que eso es valorizado.

“El órgano de la asamblea es lo que reemplazaría al director. Es el lugar donde se toman las decisiones, desde organizativas de roles de limpieza y necesidades, hasta decisiones políticas (qué hacemos que no nos están dando los títulos, por ejemplo) y pedagógicas.”

Nosotros en la primera parte del primer año tenemos dos objetivos: formar el grupo y que ellos entren a la lógica ETICA que es muy distinta al de otras escuelas a las que están acostumbrados. Por otro lado también, es toda gente del barrio que conoce Giros, que referencian el trabajo de nueve años de Giros ahí, participando o escuchando de alguien que trabajó en una cooperativa textil o en el tambo o en un polideportivo jugando todos los domingos, entonces ya más o menos sabe por dónde va la lógica… Los que están en quinto ya están mucho más relajados, con una forma colectiva, y esto contagia muy rápido. Esa forma que es atravesada por el afecto y por la horizontalidad posibilita que la persona se relaje y confíe, el resto sale solo.

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Decíamos que hay un continuum entre entrada, salida, recreo, clase, como un borramiento de fronteras entre cada uno de estos tiempos. ¿Qué tienen estas clases para parecerse al recreo, la entrada o la salida? En principio, hay una característica que se percibe al presenciar las clases, al escucharlas: en las conversaciones, en la circulación de la palabra, en las preguntas y los tiempos que abren los profes para que hablen todos, para que la palabra sea tomada por los estudiantes, se funda una confianza muy fuerte para decir cualquiera. Importa hablar, decir, probar. Es necesario perder los propios prejuicios sobre los errores o los desaciertos.

¿Qué estamos diciendo con “decir cualquiera”?: “Zar Nicohlas”, zarna tiene Nicolás / “wall street”, stripper / “new deal”, newel / “desfase”, térmica / “mencheviques”, menchos / “Lennin”, John Lennon / “abolición”, bolita, boliviano / “qué industria creció en EEUU en los años 20?” ponchos, zapatos / (sobre la violencia de género) “a qué mujer no le gusta que le saquen una foto en tanga” (acopio de dichos de los estudiantes en distintas clases).

Incluir, también, todas estas apariciones permite que cada estudiante construya un relato, arme una historia, entienda de lo que se está hablando, hable.

 

IM: ¿Cómo deciden las materias? ¿Cómo aparecieron asignaturas como “Cuerpo”, “Subjetividad”, “Diálogos políticos”?

Maite: “Diálogos políticos” arrancó desde el primer año porque lo entendíamos como una necesidad de trabajar las problemáticas del barrio junto a contenidos específicos, y después también todas las otras materias fueron surgiendo de todas las reestructuraciones, de preguntarnos cómo queríamos que llegue ese estudiante a ese curso o al finalizar los estudios secundarios, con determinada terminalidad y determinados estudios específicos y así se fueron armando las materias.

Gabi: A esto hay que sumar las pretensiones del ministerio. Muy probablemente la lógica de la ETICA tenga más que ver con el cómo que con el qué, más allá del contenido que uno aprenda lo importante es este cómo: cómo se transmite, cómo se construye. Entonces este año en ese sentido nos relajamos un poco más, hay cosas que nos encantaría dar pero entendemos que son tres años y no podemos dar todo, porque no se llegan a dar ciertos procesos y que si queremos los títulos vamos a tener que hacer algunas modificaciones de lo que pide el ministerio de Educación en cuanto a los contenidos mínimos garantizables. Estamos tratando de encontrar esa lógica, de no perder la esencia ETICA pero a la vez poder relajarnos y garantizarles el título. Podríamos haber dicho ‘bueno trabajamos los contenidos que queremos y no va a haber títulos y listo’ pero entendíamos que iba a ser una experiencia de talleres y no era lo que queríamos ni lo que necesitaba el territorio. El territorio necesitaba una secundaria. No es la escuela porque aprender te libera sino porque necesitás un título para tener un trabajo más digno o poder estudiar alguna otra carrera también y eso hay que respetarlo.

Por otro lado, la autonomía a veces te puede convertir en isla; es difícil ese juego entre la autonomía del área y el global de los contenidos de la escuela, eso estamos empezándolo a trabajar ahora. Desde el primer momento la idea era hacer una escuela entonces empezamos a leer los NAP (Núcleos de Aprendizaje Prioritarios), sabíamos que eso teníamos que respetarlo.

Ire: ¿Y cómo surge que sean dos o tres profes en cada clase?

Gabi: La pareja pedagógica fue una idea que surge de los bachilleratos populares de Buenos Aires y cuando nosotros la vimos nos dimos cuenta que era muy importante a la hora del proceso, que de verdad genera en cuanto a lo metodológico mucha más practicidad, porque vos tenés alguien siempre más libre para estar atento a todo lo que pasa alrededor. Y sabíamos que no queríamos docentes tradicionales. Entonces, por un lado, metodológicamente se resolvía muchas cuestiones: tener un profesional, un trabajador y un docente que pudiera ir aportando su cuota de saber respecto de lo didáctico y pedagógico. Así se puede construir las clases de “Análisis social” y que dejen de ser Historia, la historia tal cual la conocemos; poner un antropólogo, una trabajadora social y un docente de Historia implicaba que en esa discusión entre ellos tres pudieran llegar a una síntesis de contenidos mucho más rica e interesante que bajar un programa. Nos ha pasado que cuando no hemos conseguido formar una pareja, porque eso te implica tener el triple de docentes, en esos casos vemos como se va estacando y que no aparecen ideas nuevas. Alguien que te pregunte, que te cuestione, que te diga, bueno, vos estás dando esto ¿por qué? ¿Por qué vamos a dar esto y porque en la escuela hay que darlo? ¿Vos qué querés enseñar cuando das esto? Esas preguntas hicieron muy rico los programas de las materias, de las áreas y eso también lo retrabajamos en colectivo.

libro 3

IM: ¿Qué es la asamblea?

Gabi: El órgano de la asamblea es lo que reemplazaría al director3La ekklesía (del griego antiguo «ἐκκλησία») era la principal asamblea de la democracia ateniense en la Antigua Grecia. Fue instaurada por Solón en el 594 a. C. y tenía un carácter popular, abierta a todos los ciudadanos varones con 2 años de servicio militar, incluso a los thetes. Al principio se reunía una vez al mes, pero más tarde llegó a reunirse tres o cuatro veces mensuales. La agenda para la ekklesía la establecía el Boulé, el consejo popular. Las votaciones se hacían a mano alzada. wiki. Es el lugar donde se toman las decisiones, desde organizativas de roles de limpieza, orden y necesidades, hasta decisiones políticas (qué hacemos que no nos están dando los títulos, por ejemplo) y pedagógicas también. Cuando tuvimos que mudarnos, también lo hemos decidido en la asamblea. Y en la asamblea se contienen las crisis, las catarsis de ese proceso (…) es como la mirada institucional la asamblea.

Gabi: Claro, la lógica asamblearia también se les contagia a ellos, es el día del estudiante y ellos organizan, nosotros llegamos y ahí nos enteramos, igual que el día de los profes. Frente a un problema en el curso, rápidamente se reúnen, a lo mejor no le dan entidad de asamblea pero hay reuniones, hay circulación de la palabra, hay acuerdos.

IM: Cuando se reúnen, ¿se reúnen todos?

Gabi: Todos. Tratamos que sea en el horario de clases porque entendemos que es el horario en que podemos todos, que no sea un día fijo para que no caiga siempre en la misma materia, sabemos que una vez por mes más o menos es el promedio para hacer una asamblea salvo que salgan temas urgentes. Incluso los docentes que no dan clases ese día van a la asamblea.

Maite: Siempre a la asamblea se le dió el lugar de que es tan o más importante que la materia que se da ese día, entonces, todos tienen que venir porque es el espacio educativo por excelencia, se entendió desde un primer día eso, todos tienen que intervenir con alguna inquietud o lo que sea.

Las distintas situaciones forman parte de un continuum del tiempo-escuela, porque en el recreo, en la clase, en la entrada o la salida, los lazos no están segmentados, son momentos e instancias de una misma relación.

En las primeras asambleas se charló sobre si se iba a evaluar, cómo se iba a evaluar. Hay una anécdota de cuando se llegó al primer fin de cuatrimestre que fue en 2011: en la asamblea docente -también tenemos asamblea docente- discutimos de qué manera íbamos a materializar la evaluación, algunos no querían evaluar (“las libretas hay que tirarlas a una hoguera”) y otros decían que hay que medir de alguna manera metas, objetivos. Bueno, llegamos los docentes a la asamblea general más o menos con esta perspectiva diciendo que el proceso de cada uno se compara con el proceso de cada uno, y en ese momento los estudiantes nos dijeron, todo muy lindo pero nosotros queremos números, nosotros entendemos los números.

IM: ¿Los alumnos pedían ser evaluados?

Maite: Sí, decían nuestra familia entiende los números y queremos volver a casa con la libreta que diga números, que son los que van a legitimar que nosotros venimos todas las noches acá, a esta escuela que no existía. En esa asamblea, obviamente ganaron los estudiantes porque son más y a la hora de votar ganaron. Entonces tuvimos que ir encontrando una síntesis donde el número aparece pero le inventamos un concepto nuevo a esto del Bueno, Muy bueno, Regular… El diez se llama ‘me zarpé’, le terminamos de dar una vuelta que con eso que nosotros le ponemos un comentario a cada uno, terminamos de redondear nuestra idea.

 

En la primera clase después de las vacaciones de invierno, los profes les preguntan qué les parecieron las libretas. Los siguientes fragmentos se refieren a la libreta que recibieron hacia el final del cuatrimestre anterior. La propuesta de evaluación consistió en que cada grupo de profesores -que conforman las materias- le escriban a cada joven una devolución de lo que había sido su cursada y una nota numérica.

“Nosotros entendemos que no hay lugares más altos que otros sino, funciones distintas.”

Entonces, luego que los chicos las recibían, tenían que escribir una autoevaluación en cada materia y una devolución de la escuela: qué pensaban, qué quisieran mejorar, lo que se les ocurra. En la clase, aún sin haber realizado la devolución por escrito, los estudiantes dicen: “Me analizaron bien… que sé que puedo dar más… que puedo seguir aprendiendo… sé que puedo seguir avanzando”; “Que me hagan sentir que puedo” ; “Yo pregunto muchas pelotudeces… pero yo porque quiero saber”; “Yo repase pero no me quedaba nada… el profe con solo preguntarme y leerme la pregunta miles de veces ahí me salió”; “Me pidieron que lea más porque nunca leo (en voz alta)… leo espectacular pero cuando están todos.”; “Vos sabés que a mí me late el corazón al leer en voz alta”; “A mí me pusieron que aprenda a comunicarme a hablar… yo hasta que agarro confianza. Y que ponga voluntad en las clases… que ponga más atención porque sé mucho. Que trate de salir más de adentro mío”4.

 

Para finalizar, voy a tomar prestado otro cierre, el de una de las clases de Lengua y Literatura en primer año. Se hizo costumbre cerrar la clase con la lectura en voz alta de un poema. A veces leen los chicos, otras veces los profesores. En esta oportunidad los chicos le dijeron a uno de los profes que lea, “lea usted profe” y ahí se puso a buscar entre los libros del aula, algo para leer y eligió esto:

Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma. ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son. Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Estos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre. Pobre. ¡Pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes. ¡Yo no sé!5César Vallejo, Los Heraldos Negros. 1918.

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Notas   [ + ]

1.
2. Al momento de publicar esta nota, el Ministerio de Educación santafecino estaba entregando los primeros títulos de secundarios a egresados de ETICA, pero recibidos como alumnos libres de otra escuela vecina; también les reconocen regularidad y por tanto pueden acceder a planes sociales como PROGRESAR. Es decir que no se reconoce oficialmente a la escuela, pero sí fácticamente.
3. La ekklesía (del griego antiguo «ἐκκλησία») era la principal asamblea de la democracia ateniense en la Antigua Grecia. Fue instaurada por Solón en el 594 a. C. y tenía un carácter popular, abierta a todos los ciudadanos varones con 2 años de servicio militar, incluso a los thetes. Al principio se reunía una vez al mes, pero más tarde llegó a reunirse tres o cuatro veces mensuales. La agenda para la ekklesía la establecía el Boulé, el consejo popular. Las votaciones se hacían a mano alzada. wiki
4.
5. César Vallejo, Los Heraldos Negros. 1918.